y si lo hacen,
es para reírse de ellos.
Nadie escribe a los que no son capaces
de dormir con la luz apagada
y se abrazan a si mismos para no sentirse solos.
Nadie escribe a la pereza,
ni a esas ganas de seguir durmiendo
que se apoderan de nosotras cada mañana.
Nadie escribe al poeta.
Nadie te escribe a ti.
Nadie me escribe a mi.
Ya nadie escribe.
No hay comentarios:
Publicar un comentario