viernes, 25 de agosto de 2017

tinta y besos

Surge de sus ganas un boceto
que planea como vivir entre tinta
y besos de alguna mujer.

Sus dedos,
dibujan a Amy
mientras su soul suena
cantando a los desastres
que vienen por una intensa vida.

Los problemas,
vienen a morir a la comisura de sus labios
donde encuentran alguna solución
para seguir sonreviviendo
doliendo lo justo.

Peinado siempre cambiante,
de tonos infinitos,
(los mismos que son capaces
de pintar sus pinceles)

Marcas de vida
selladas con aguja invaden su piel,
a la vez que su esencia sale al exterior
por sus perforaciones.

Lleva inscrita la brisa
de su isla en el nombre
y en cada uno de sus alientos.

Vive bonita en colores
y sonidos
que ella invade a experiencias.
Brisa marina retratada

en estas letras viajeras.

lunes, 21 de agosto de 2017

niño imantado

Escribo con la cordura de un niño imantado a un lápiz,
palabras surgen de mis dedos
con el único destinatario que otro suspiro.

Pensamientos efímeros
como la inspiración en una borrachera
que acabó en sobredosis de melancolía
y charlas filosóficas con el portero automático
de una casa que no sé ubicar.

Río cuando el último disco de Leiva me describe
y sus monstruos,
aunque no son los mismos que a mi me rodean
deben ser primos hermanos de estos
porque me encuentro en cada acorde.

Sonrío a la gente por la calle
porque da vida,
nunca sabes que labios van a curvarse de vuelta
o que miradas irán a un punto fijo para evitarse a ellos mismos.

Habito en las letras que pulso,
los monstruos que merodean por mi piel,
en cada sonrisa devuelta
y en cada palabra que hago mía

con la única intención de ser.

martes, 8 de agosto de 2017

DÍAS DE BRUMA Y MIEDO

Grito desde la noche amarga
del que vuelve a una casa inhabitada,
a la que hace tiempo
pudo llamar hogar.

Desde el desaliento que precede al dolor
después de un golpe de suerte,
que por desgracia no trajo fortuna.

Desde un teléfono fijo
que se ahorcó con su propio cable
cuando una noche se quedó sin una línea
por la que seguir recto.

Ya no hay sueño que valga,
se han desvelado todos,
despertándome de un letargo
más símil a mi realidad.

Me he quedado dando vueltas
a historias de tiempo incompletas,
a amores pasados de fecha
que prometieron en noches de verano
nunca caducar.

Y el hierro de mi armadura
se ha convertido en paja,
hierva que alguna mujer
acarició cargada de combustible
y me hizo comenzar a arder.

Se ha secado todo,
dejado un espacio yermo en mi pecho,
un aviso de desahucio
en mi columna vertebral,
esa en la que me hice un refugio
para no salir al exterior
los días de bruma y miedo.

Pero luego
ha sonado Ferreiro en mi cuarto
abriendo estos ojos agrietados,
dejando ver que detrás de mi herida
hay gente intentando curarla.

Que la bruma solo es agua
y el miedo una construcción social impuesta.

 Y yo he dejado de ser okupa en mi refugio
he invadido de nuevo mi cuerpo,
impuesto en mi boca torcida una sonrisa
devuelto cada complejo
al dueño que lo colocó en mi espalda,
y ahora puedo decir que al fin soy yo