domingo, 28 de mayo de 2017

ACIERTA(ME)

No me pidas pistas del acertijo,
después de tantos trucos
y no formalizar un trato,
cuando ya han pasado horas
de un asesinato,
de autoría oculta
que grita tu nombre,
si has dejado de aullar a la luna
para adorar un charco.

No ruegues más pistas inútiles,
si al sumarnos dio tres,
si gritas nombres ajenos sobre mi cuello
y me crees tan idiota
como para no hacer cuenta de ello.

No grites que quieres letras,
porque ni yo soy un pasapalabra,
ni tú una idiota enamorada como hacías ver.
Que bailamos en francés sobre las sábanas
y en griego sobre el colchón desnudo.
Cosa que poco importó tiempo después.

No adivinas,
algo tan simple que has pretendido olvidar,
que lo que para ti fue un strip póker
para mí fue poner la baraja boca arriba
y dejarme (des)hacer a besos,
que he perdido la guerra,
por aliarme con el enemigo
para lograr mi derrota
y
lo
he
conseguido.

Que el resultado de tu juego
ha sido una sonrisa
de un corazón roto
porque amor,
la respuesta
duele.
Si es unos ojos en no

De una boca diciendo si.

domingo, 21 de mayo de 2017

HOY AQUÍ DENTRO HAY POEMA.

Hoy aquí dentro hay diluvio.

Lloran las horas
para deshacer el tiempo.
Se ha cansado la alarma
de sonar con el aviso de tardanza.
Duerme la noche en mi pecho
creyéndose día eclipsado.


Hoy aquí dentro hay tormenta.

Mi alma se autolesiona
por los errores cometidos.
Conjuro un patronus
cuando te pienso desnuda.
Canto la canción de cuna a mi piel
como lo hacía mi padre,
que sigue erizando mi piel
al solo nombrarla.


Hoy aquí dentro hay desierto.

El Nilo,
ha desbordado su caudal,
para limpiar la tierra
de impurezas absurdas.
Y ella,
siempre hierática,
es enterrada en una duna
para que no moleste su recuerdo.


Hoy aquí dentro hay canciones.

Que explican en otras bocas
todo aquello que la mía sueña.
Que duelen las horas muertas
y recuerdan sentimientos despechados
en días impares.


Hoy aquí dentro hay poema.

Se hace arte de lo común,
cambiándole el tercio al juego
y eso que era dolor,

ahora ya es poesía.

sábado, 6 de mayo de 2017

causalidad

Hay días en los que las horas nocturnas multiplican su tiempo y mi mente transcurre por un paradigma que la llena de recuerdos, incertidumbre e incluso sueños del pasado que la llevan a imaginar.
Un hombre creando fuego con dos palos vio saltar su chispa cuando la sonrisa de una recolectora de frutos le eclipsó.
 Muchos años después, una de sus descendientes llegaba al trono de Egipto y hacía llamarla Nefertiti.
 Tiempo transcurrido, el hijo de una egipcia y un musulmán, llegaba a luchar por la creación de Al-Andalus pero quedaba prendado de una mujer de un pequeño pueblo gaditano y terminaba su lucha en ese pequeño rincón.
Momentos futuros uno de sus múltiples descendientes engañaba a su mujer en una adultera relación homosexual que nunca fue descubierta.
 Siguiendo las generaciones uno de tus antepasados dejaba reflejada su riqueza en un cuadro de Jan Van Eyck.
Muchos  siglos después tu tatarabuelo luchaba por las colonias españolas de Filipinas y Cuba logrando volver a casa.
Para llegar a tu madre, esa mujer capaz de enseñarte a mirar con el corazón y a apreciar cada propuesta artística.
Hasta el día de hoy, en el que nos hemos encontrado frente a la voz de una tal Nina, tú porque la escuchas día a día y yo que no sabía de su existencia y paré allí por casualidad, que canta con la delicadeza del que sabe transmitir por encima de todo, momento en el que me has dedicado una mirada, devuelta en forma de sonrisa, te ha llamado alguien por la espalda y no te he vuelto a ver, pero has dejado tus ojos verdes en estas letras.

Mil causalidades reunidas ante una más, otra de todas las que nos suceden a lo largo de nuestra impredecible vida.