“Sonríe,
que viene foto.
Y posa,
que se te vea guapa.
Vamos,
pero que no parezca tan falso.
Pero qué te he dicho que sonrías
pero así no.
Mira,
eres un caso perdido.”
Suena
mi melodía triste,
estos
ojos inundados,
anuncian
tormenta
en
las inmediaciones de un cuerpo
acostumbrado
a catástrofes sentimentales.
Otro
huracán
clava
en mi pecho
los
desechos
de
otras mujeres
ya
arrastradas.
Y
me
duele.
Tanto,
como
mirarte
jodido
ladrón de almas
que
te regocijas
en
cada palabra que lanzas
para
tomar de mi esencia
por
el hecho
de
agrandar la tuya,
y
dejarme inconsciente de mi ser,
solo
por no ser símil al tuyo.
Insensato
monstro
creado
por padres ególatras.
Dominador
de serpientes,
encantador
de hienas,
disfraz
sano
en
tu corazón podrido,
hormiga
con complejo de elefante.
Destrozado
por dentro,
con
el mísero propósito
de
hacérselo al de enfrente
pero
por dentro y por fuera.
Tú,
enano
agrandado
por
la cultura del odio.
Yo,
ave
fénix
creyente
del amor
y
amante de la vida.
Me
he enfrentado a ti
Goliat.
Te
he vencido,
perdido
el miedo,
te
he mirado a la cara
y
he visto tus complejos.
Y
Me
Das
PENA.
A
ver
si
después de esto
te
atreves
a
robarme
MI
JODIDA
SONRISA.