sábado, 6 de mayo de 2017

causalidad

Hay días en los que las horas nocturnas multiplican su tiempo y mi mente transcurre por un paradigma que la llena de recuerdos, incertidumbre e incluso sueños del pasado que la llevan a imaginar.
Un hombre creando fuego con dos palos vio saltar su chispa cuando la sonrisa de una recolectora de frutos le eclipsó.
 Muchos años después, una de sus descendientes llegaba al trono de Egipto y hacía llamarla Nefertiti.
 Tiempo transcurrido, el hijo de una egipcia y un musulmán, llegaba a luchar por la creación de Al-Andalus pero quedaba prendado de una mujer de un pequeño pueblo gaditano y terminaba su lucha en ese pequeño rincón.
Momentos futuros uno de sus múltiples descendientes engañaba a su mujer en una adultera relación homosexual que nunca fue descubierta.
 Siguiendo las generaciones uno de tus antepasados dejaba reflejada su riqueza en un cuadro de Jan Van Eyck.
Muchos  siglos después tu tatarabuelo luchaba por las colonias españolas de Filipinas y Cuba logrando volver a casa.
Para llegar a tu madre, esa mujer capaz de enseñarte a mirar con el corazón y a apreciar cada propuesta artística.
Hasta el día de hoy, en el que nos hemos encontrado frente a la voz de una tal Nina, tú porque la escuchas día a día y yo que no sabía de su existencia y paré allí por casualidad, que canta con la delicadeza del que sabe transmitir por encima de todo, momento en el que me has dedicado una mirada, devuelta en forma de sonrisa, te ha llamado alguien por la espalda y no te he vuelto a ver, pero has dejado tus ojos verdes en estas letras.

Mil causalidades reunidas ante una más, otra de todas las que nos suceden a lo largo de nuestra impredecible vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario