domingo, 12 de noviembre de 2017

SÁCATE MI CORAZÓN DE LA BOCA

Sácate mi corazón de la boca,
(dije que te lo entregaba
no que lo pudieras destrozar)
y entiérralo en tu cuerpo
que yo me encargaré
de robar velas a los santos
y llevárselas para que me recuerde.

Dame otro wiskey con hielo
o mejor un mordisco,
que palie el dolor del puñal
que has clavado en mis costillas.

Siempre fuiste egocéntrica
pero confié en que conmigo
la cosa cambiaría
y ya me has hecho ver que no,
que eres una sadomasoquista sentimental,
que tienes tanto miedo a la vida
como para rechazar el amor más puro
a cambio de cuatro polvos
y no sé qué me causa eso,
si dolor
o arcadas.

¿Sabes?
La rabia cicatriza,
y ahora
eso es lo que eres,
el recuerdo de una guerra,
no sabría decir
si ganada o perdida,
pero al menos una

que no se volverá a repetir.

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