lunes, 31 de octubre de 2016

TU NOMBRE ME SABE A FRESAS CON NATA

Tu nombre me sabe a fresas con nata,
si, después de tanto tiempo,
de tantos (d)años,
sigue sabiéndome a gloria.

Me mirabas detenidamente,
y cuando te preguntaba porqué
decías que al arte hay que mirarlo despacio
y saborearlo cada segundo.

Eras magia,
Rock & Roll,
prosa,
pintura,
balada de cantautor,
ruinas olvidadas
y poesía.

Besabas de forma única,
se vidriaban tus ojos al hablar del pasado
Me hacías desear ser tu musa más puta,
y tu amante más dulce.

Me gustaba tu forma de ver el mundo,
y me agarraba a ella,
intentando copiarla,
aunque fuera imposible.

Me olvidé de mí
para encontrarte.

Pero un día
te fuiste sin dejar rastro,
cogiste todas tus pertenencias,
entre las que se encontraba mi corazón
y huiste lejos.

Dejando domingos melancólicos
rebosantes de preguntas,
horas de insomnio
ausentes de respuestas,
y una cavidad vacía en mi pecho

Pero tu nombre sigue sabiéndome a fresas con nata,
a tardes de risas
a noches de fuegos artificiales
a tabaco
a prisas
a miedos
a ti.

Y aquí queda tu fantasma,
abrazándome por detrás cuando me miro al espejo,
cuando camino descalza,
o cuando busco el sabor a fresas con nata

en otra boca.

1 comentario: